6 de abril de 2011

Super Lalo.

Que linda que es la vida cuando uno viene volviendo del psicologo. Que hermosa tarde de otoño que me regaló el mundo para mirar por la ventana del 168 volviendo de palermogólico. Podría esta tarde ser algo mejor? Si claro querido Lalito, que tal si sacamos el termo y el mate que trajimos especialmente para merendar arriba del bondi y nos tomamos unos mates? Con todo gusto Lalo.
Pero algo raro tenía que pasar, este mundo que no para de ponerme a prueba se hizo presente arriba de ese zamba deambulante llamado 168.
Lalito sentado en un asiento individual de la mitad del bondi para atrás, todo el resto de los asientos ocupados, de hecho increiblemente todos los primeros asientos estaban ocupados por viejas y otros mamíferos a punto de terminar su vida abruptamente, excepto uno. Sí. Ese asiento estaba ocupado por una monja. Esos seres que no son de este mundo, que viven en la antartida camuflándose con los pingunos hasta que llega la hora de venir a esta ciudad a cagarme la existencia o a ponerme a prueba.
Sube una embarazada, saca su boleto, miro a la monja, la monja no me mira, la monja no mira a la embarazada, la monja a pesar de estar en uno de los asientos de adelante no se levanta para dejarle el asiento a la gorda socialmente no discriminada (osea la embarazada), entonces me enculo, God knows que me enculo. Guardo el termo, me levanto y con un ademán le dejo el asiento a la futura mami.
Es entonces cuando empiezo a realizar este proceso en el cual uno acrescienta su ira, yo le llamo "Masticar mierda", le tiro rayos laser con la mirada a la incogida pero ni se mosquea.
De repente sucede el milagro, y me doy cuenta de que Dios no está de acuerdo con las monjas, que de hecho las detesta casi tanto como yo. Sube una vieja con bastón, si señor, tenía un bastón, la situación de la monja pasaba de rojo a ultravioleta, ahora era incareteable que no se pare para dejarle el asiento.
Pero no pasó, la monja no se paró, la vieja con bastón la miró, pero la monja estaba mirando hacia otro lado. Lalo se saca sus lentes de sol, se desgarra la camisa revelando su traje azul con la famosa "L" y su calzón rojo por sobre el traje y vuela hasta la monja que para este momento me mira llegar volando y tiembla por miedo a que le llegue su hora última en ese asiento.
SuperLalo (mirando desafiante a su enemigo y con la vieja bastonuda todavía en las inmediaciones del asiento): "Le podés dejar el asiento a la señora?"
Monja: "Si claro como no."
La señora (mirandome mientras se sienta): "Gracias SuperLalo."
SL: "De nada dulce damita."

Pueden uds. creer que dos paradas después la monja se bajó? osea que ni por ocho cuadras de distacia le dejaba el asiento a nadie.



12 comentarios:

Pura dijo...

monja puta

gracias super lalo
el mundo te lo agradece

lachubasca dijo...

Groso SuperLalo, me imaginé toda la secuencia, hasta el rasgado de vestiduras.

bola dijo...

yo me imagine el rasgado de vestiduras

bola dijo...

yo me imagine el rasgado de vestiduras

Lalo dijo...

SuperGay bola

M dijo...

En mi vida nunca conocí a una monja significativamente buena. Aparte tiene algo super creepy que todavía no puedo explicar...

Super Lalo, era lo que le estaba faltando a este mundo!

tobi. dijo...

jeje, muy bueno!

julieta maria dijo...

Haz lo que digo, pero no lo que hago.
Rayos láser a la monja.
Gracias SuperLalo!

Lu ♣ dijo...

Me pasó algo parecido ayer...
Al bondi se sube una monja de 30 años y como un pibe no le dio el asiento otra viejacomesantocagadiablo lo re bardeó. Pobre flaco!! Igual un capo, el chabón ni se mosqueó, miró a la vieja loca, a la monja joven y siguio enla suya.
quizas eras vos...

Martín dijo...

que genial...

nace un nuevo superheroe

Effy Stone dijo...

diría una mal cogida pero...

absolutmagic! dijo...

Es gente muy desdichada, claramente se toman su revancha con el mundo con las viejas y embarazadas del bondi